Helen Murcia es graduada del programa de Enfermería en 2016 y es la creadora de 'El Lactario', una idea que surgió como un proyecto de grado en el que logró proyectar la enfermería más allá del ámbito hospitalario. Este emprendimiento es un espacio educativo donde se brinda información relacionada con lactancia materna. La empresa ofrece servicios profesionales de asesoría personalizada a domicilio de lactancia intrahospitalaria y empresarial y ofrece productos que ayudan a estimular la lactancia en madres gestantes.

“Estoy aportando a la sociedad con el aumento en la tasa de lactancia materna y con la disminución del uso de alimentación artificial porque aunque las grandes industrias venden alimentos procesados como la mejor opción para los recién nacidos, no dimensionan la proporción de sus complicaciones”. Actualmente, es embajadora de la marca Doidy Cup, una empresa que comercializa una taza diseñada especialmente para el reemplazo del biberón, esto con el fin de disminuir las complicaciones del uso prolongado del chupo.

Helen decidió estudiar Enfermería porque una de sus cualidades es la vocación de servicio y siente gran afinidad por temas relacionados con mujeres gestantes y sus bebés. Le apasiona ver los resultados de su trabajo y como con sus asesorías mejoran aspectos de la lactancia materna, un proceso que, aunque pareciera ser instintivo resulta ser un problema para las mamás, especialmente si se trata de su primer hijo.

Su día a día se basa en realizar asesorías domiciliarias apoyando el proceso posparto, una etapa en la que se presentan muchas dificultades y que suele ser la mas importante para garantizar el éxito de la lactancia, adicionalmente, brinda acompañamiento a las empresas en la adecuación de las salas amigas de lactancia, espacios que han cobrado un papel fundamental en la cultura organizacional en las compañías y actualmente se encuentran reguladas y certificadas por la secretaría de salud.

Y aunque el camino no ha sido fácil, Helen se siente satisfecha con lo hecho hasta hoy “Ha sido un proceso de muchos retos, muchas experiencias y momentos inolvidables. No es fácil llegar de un pueblo a vivir en una ciudad como Bogotá y mucho menos a estudiar en una universidad tan grande, pero gracias a todo este esfuerzo tanto económico como académico, soy profesional y un ejemplo para mi familia. Ser egresada de la Sabana me ha abierto muchas puertas, entre ellas el de mi emprendimiento y eso me llena de orgullo”.