El color de la inclusión
La próxima vez que escuche a alguien decir que efectuó una compra en el “mercado negro”, alégrese. Es probable que se refiera a que apoyó la oferta de productos y servicios de un grupo de afrocolombianos. Felicite también a quien le comente que su nombre hace parte de una “lista negra”. Tal vez esté siendo reconocido por liderar un emprendimiento inspirador, que destaca el valor de todas las razas. Acérquese, le sugerimos, a quien sea catalogado como “oveja negra” en su entorno social. Ése es distinto, auténtico y, por tanto, especial.
Todas aquellas frases han adquirido un nuevo significado. Mabel González, alumni de Derecho, se ha dedicado a reconocer el aporte de la población afrocolombiana al desarrollo del país, a través de la transformación del lenguaje. El Negro está de Moda es un emprendimiento social que busca hacer frente, no solo a los altos niveles de pobreza de las comunidades negras y desplazadas, sino a los índices de discriminación a los que aún se enfrentan algunas de ellas en todo el país.
Ese proyecto lo inició con su hermana, quien hace unos años llevó a cabo una investigación sobre comunidades afro en Bogotá y notó índices de exclusión en las zonas periféricas de la ciudad. “Decidimos hacer algo desde nuestro entorno, optar por pequeñas acciones que permitan a otros ver que la diversidad en Colombia es lo que nos hace un país rico y de progreso”, explica Mabel.
Para lograrlo, iniciaron una campaña a través de la cual se visibilizan emprendimientos de afrocolombianos, quienes, no solo componen aquel llamado “mercado negro”, sino que son clasificados y reconocidos en la “lista negra”, por transformar positivamente a su comunidad. Tal iniciativa las hizo merecedoras, el año pasado, del premio al Mejor Plan de Negocios del Social Business Creation. Se trata de una incubadora de emprendimientos sociales, que, como reconocimiento, les otorgó 10 mil dólares de apoyo económico para avanzar en su proyecto.
Gracias a ello, iniciaron alianzas que les han permitido contribuir, con acciones concretas, a los emprendimientos de las comunidades negras. “Queremos rescatar la cultura afrocolombiana. Por eso, hemos decidido empezar a visitar resturantes que pertenezcan a algunos de sus miembros, con la idea de evaluar cómo podemos contribuir al éxito de sus negocios”, explica la graduada, quien reside en Montreal, Canadá, desde hace tres años.
Asimismo, para difundir su cultura, avanzan en la creación de cursos de danza y música de origen afrocolombiano, con la idea de que estos sean liderados por artistas de aquella población, que hagan de los talleres su fuente de trabajo.
“Es así como ejerzo el Derecho”, explica Mabel, quien viaja constantemente a Colombia para compartir con las comunidades. Sin embargo, cuando se encuentra en su lugar de residencia, interactúa con otras organizaciones canadienses que lideran proyectos sociales para gestionar alianzas y, virtualmente, lleva a cabo sesiones de asesoría legal para los emprendedores que se benefician de El Negro Está de Moda.
Todas sus acciones atienden a una convicción: la defensa de los Derechos Humanos. “La sensibilización que recibí en la Universidad fue clave para iniciar este proyecto según el cual lo negro es lo bello, lo bueno”, asegura la graduada, quien paralelamente trabaja en una multinacional francesa, en el área de Desarrollo Sostenible. “Aprendí en La Sabana a hablar de igualdad, justicia y solidaridad, así como de la importancia que hay detrás de todos esos conceptos”, concluye.