El ‘arte’ de regalar tradiciones colombianas
Viajar por Colombia es una experiencia compuesta de innumerables atractivos. Uno de ellos, sin duda, está relacionado con conocer el trabajo de artistas y artesanos, quienes dejan en sus obras evidencia del folklore de la región en la que habitan. En ocasiones, esos souvenirs acaban ocupando un espacio importante dentro de la maleta, porque cada uno ellos funciona como prueba de que, durante el paseo, quien viajó, recordó a familiares y amigos que se quedaron en casa.
Pero ya no es indispensable montarse en un avión o un bus con destino a esas obras, destinadas a ser regaladas como una muestra de afecto. ‘Tienda de Sonrisas’ es una plataforma web, a través de la cual se ofrecen los productos de 60 artistas y artesanos de 10 departamentos del país, con el objetivo de darlos a conocer y difundir sus productos en toda Colombia.
Anamaría Lacouture, graduada de Administración de Negocios Internacionales y fundadora del sitio, asegura que su objetivo es “impactar positivamente la vida de las personas y el desarrollo de sus comunidades, a través del arte de regalar”. Los artesanos que hacen parte de la tienda, en su mayoría, “pertenecen a comunidades indígenas, son mujeres cabeza de familia, personas con necesidades especiales o de la tercera edad, quienes solían no tener los medios para dar a conocer su trabajo a audiencias significativas”, según lo explicó la mujer de 31 años.
En la ‘Tienda de Sonrisas’, que se encuentra en línea desde finales de 2016, los colombianos, desde cualquier parte del país, pueden solicitar la personalización de mochilas, cosmetiqueras, agendas, billeteras y hasta anchetas con productos artesanales. “En mi experiencia de 10 años trabajando en empresas de servicios, he concluido que las personas, a la hora de comprar regalos, terminan yendo a los mismos lugares en los cuales encuentran los mismos productos. Los compran, a pesar de no tener la certeza de que son el mejor regalo, por falta de tiempo para evaluar otras opciones”, comenta la graduada y concluye: “nosotros les damos la oportunidad de conocer cosas impresionantes que hacen nuestras comunidades y que, además, le dan un valor merecido a las tradiciones colombianas”.
Su compromiso con aquellos artistas, sin embargo, no culmina al disponer para ellos una vitrina en internet. También desarrolla programas de acompañamiento para los artesanos, en los cuales les enseña cómo presentar mejor su producto a los públicos y, sobre todo, cómo presupuestarlos de manera que pueda tener una ganancia significativa. “La idea es poder ayudarlos a que crezca su negocio. Para eso existen los emprendimientos como el mío, para generar un impacto social. No es necesario estar al frente de una ONG para hacerlo”, reflexionó la graduada, quien reside en Barranquilla.
Es así como Anamaría pone en servicio lo que más le gusta: promover el arte al frente de una organización en la que aplica todos los conceptos de administración de los que se apropió con su profesión. “Creo que, además del conocimiento teórico, lo que adquirí en mi Universidad y que mejor aplico dentro de mi empresa es la idea de trabajar por lo que quiero, ir contracorriente y ser yo la primera en procurar el cambio que sueño en la sociedad”, aseguró Anamaría.