Alumni Sabana monitoreando el nexo epidemiológico del COVID-19 en Chile
Alejandra Cuervo se graduó del programa de Enfermería en 2001 y, en su paso por la Universidad, aprendió a anticiparse a los retos que su carrera y la vida le pondrían en su camino profesional, entre ellos,afrontar el COVID-19 en Chile.
En 2009, emigró al país del Cono Sur en busca de mejores oportunidades y nuevas experiencias internacionales. Desde que llegó, ha trabajado en el Hospital Militar de Santiago, donde se ha desempeñado en diferentes unidades, como el servicio médico quirúrgico, psiquiatría y, desde hace un año, epidemiología.
“En marzo de 2020, al empezar la pandemia, me transfirieron a la Unidad de Epidemiología. Significó un gran desafío; todo fue nuevo, nadie conocía el virus. Nos tocó empezar a ajustarnos a las normas ministeriales y a la información que día tras día iba cambiando”, aseguró Cuervo.
Desde ese momento, esta Alumni no ha parado de trabajar. De domingo a domingo, está a cargo de manejar el nexo epidemiológico del COVID-19, en el área administrativa. Sus labores consisten en llamar e informar a los pacientes positivos para el virus, hacerles seguimiento, brindarles educación sobre la importancia de la vacunación y sobre las señales de alerta, hacer un reporte diario a las unidades militares y al Ministerio de Salud, entre otras.
Aunque el trabajo es extenuante, Alejandra asegura que su amor por el servicio y por la profesión le permite asumirlo de la mejor manera: “Ha sido un desafío supergrande. Me encanta la epidemiología, desde que estaba en Colombia. Por eso, cuando me lo ofrecieron [el cargo], acepté. Lamentablemente, por la situación de pandemia, el estado de deserción es muy grande, pues se extienden las horas extra. Hay días en los que se sale de trabajar a medianoche. Por satisfacción laboral, personal y por vocación, sigo en ello, sin remuneración extra ni devolución de tiempo. Es el granito de arena que estoy colocando desde mi profesión para sobrellevar esta pandemia aquí, en Chile”, afirmó.
Alejandra considera que el sello Sabana le ha ayudado a acoplarse a las exigencias profesionales de su trabajo y, más que todo, con la llegada de la pandemia: “El sello Sabana es carisma, entrega, dedicación, responsabilidad, y pienso que eso nos diferencia de otras universidades: somos profesionales íntegros. No es porque sea graduada de esta Institución, pero, de verdad, marcamos la diferencia en la parte profesional, personal y en las habilidades blandas. La Sabana nos da una muy buena referencia en el mundo; siempre van a abrirnos las puertas”, concluyó.